La Asociación del Cuerpo Nacional Veterinario organizó ayer, en colaboración con el Colegio de Veterinarios de Madrid en la sede de este último, una mesa redonda sobre la repercusión de la reforma de la PAC en el sector agrario español, que congregó a representantes de la administración, cooperativas agrarias, veterinarios, ganaderos, agricultores y medios de comunicación del sector.
El acto fue inaugurado por el Presidente del COVM, Felipe Vilas (en la imagen de la izquierda), quien destacó que el futuro de los ganaderos está ligado al futuro de los veterinarios, que siempre hemos estado a su 
lado. En su opinión, hay que aprovechar la reforma para hacer un esfuerzo entre todos y reestructurar de una vez el sector para que sea más eficiente. Vilas alabó la labor del actual Ministro de Agricultura y su equipo, representado en la mesa por Carlos Cabanas, Director General de Producciones y Mercados Agrarios.
A continuación, el Presidente de la ACNV Quintiliano Pérez Bonilla, hizo la presentación de los ponentes de la mesa: D. Carlos Cabanas, Director General de Producciones y Mercados Agrarios del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, D. Tirso Yuste, Director General de Agricultura y Ganadería de la Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha, D. Eduardo Baamonde, Presidente de la Confederación de Cooperativas Agroalimentarias, D. Pedro Barato, Presidente de ASAJA, D. Lorenzo Ramos, Presidente de UPA y D. José Luis Miguel de Diego, en representación de COAG.
El actual proceso de reforma de la PAC se encuentra en su punto álgido, tras la presentación de la propuesta de la Comisión de Octubre de 2011, la aprobación del presupuesto comunitario para el periodo 2014-2020 en Febrero de este año, la aún más reciente aprobación del acuerdo político en el Consejo de Agricultura alcanzado el pasado 19 de Marzo y la presentación en el día de ayer, de las enmiendas del Parlamento Europeo a la propuesta de la Comisión. Este mes de abril se abre el proceso de negociación entre el Consejo-Parlamento-Comisión, en el denominado trílogo, que terminará por definir la futura PAC, en sus cuatro Reglamentos.
De izquierda a derecha: Eduardo Baamonde, Lorenzo Ramos, Tirso Yuste, Carlos Cabanas, Pedro Barato y José Luis Miguel
Dicho acuerdo ha sido valorado de forma muy positiva por el Ministro Arias Cañete ya que supone el cumplimiento de la práctica totalidad de los objetivos de negociación de nuestro país, acordados con las CCAA en Conferencia Sectorial en junio de 2012, y elimina todos aquellos aspectos que perjudicaban a los sectores productivos agrarios españoles.
Así, nos encontramos ante una situación nunca vista previamente en la larga historia de la PAC, donde por primera vez el Parlamento Europeo tendrá una capacidad de decisión similar a la de los Estados Miembros. Además, esta política y sus fondos se han discutido en una Unión Europea con 28 Estados Miembros en plena recesión económica.
De los resultados de esta reforma va a depender en buena medida el futuro de nuestros agricultores y ganaderos, ya que según datos del FEGA del año 2012, España recibió más de 5.700 millones de euros sólo en pagos del primer pilar, y otros 800 en materia de desarrollo rural. La importancia económica de la PAC excede el ámbito agrario ya que es clave a la hora de tener un saldo positivo entre nuestras aportaciones a la Unión europea y los fondos que de ésta recibimos.
A lo largo de la mesa, el debate ha girado fundamentalmente en torno a los siguientes temas:
El reparto de fondos entre EE.MM., la llamada convergencia externa, considerando que los fondos se mantienen a niveles estables, en comparación con el periodo anterior de negociación.
La convergencia de la cuantía pagada por hectárea, no solo entre Estados Miembros sino dentro de cada país. España tiene la particularidad de ser uno de los países con mayor variedad de producciones agrarias y ganaderas, de ahí la complejidad en este reparto entre las 17 Comunidades Autónomas.
La aplicación efectiva de las medidas de mercados, en el reglamento de la OCM única (Organización Común de Mercados), y su adaptación a la realidad.
El componente verde de la PAC (greening), en el que quedan pendientes de decidir las condiciones precisas a aplicar en el caso de cada agricultor.
El capping o establecimiento de una cuantía máxima a percibir por los grandes perceptores de fondos. Vinculado a este debate, estará la fijación o no, de la definición de agricultor activo.
El establecimiento de pagos voluntarios, ligados a la producción (acoplados) a sectores específicos y zonas desfavorecidas y de montaña.
La desaparición de las cuotas lácteas y la prórroga del actual sistema de ayudas al viñedo.
